En 2005, un juez o jueza resolvió –en promedio- 663 casos ese año (con distintos tipos de terminación). Diez años después, ese promedio se redujo a 491 casos por juez. Si se trata de contabilizar solamente los casos terminados con sentencias de fondo, la reducción de productividad por juez pasó de 298 sentencias en el 2005, a 135 en el 2015.